Primavera en un apartamento Parisino.

Un salón con toques años 50, donde los colores funcionan  a la perfección, en pequeñas dosis, en accesorios o en detalles del mobiliario… el amarillo, el rosa, el azul junto con la luz natural, rompen con la monotonía de los neutros, dando un toque moderno, fresco… y donde el color energiza todo ello manteniendo un ambiente muy suave y logrando obtener  una decoración muy primaveral.

 

En el salón, una zona de comedor, donde las famosas sillas Eames son elegidas en diferentes colores buscando el contraste con la zona de estar, donde la mesa baja Guillaume Delvigne se casa con el color turquesa de la  silla Acapulco, formando una combinación perfecta. En el resto de las estancias, otra carta de colores…una cocina muy pequeña, muestra un color rojo brillante, un dormitorio principal en tonos pasteles, con molduras de imitación Wallpaper, trae una nota chic… creando un ambiente más suave y femenino, que en el resto de las estancias.